lunes, 30 de mayo de 2011

EL ANGEL Y EL LOBO

Era una noche fría, en un bosque desolado, donde la brisa hacia que los arboles bailaban al ritmo de su propia sombra, provocada por una hermosa luna llena, la más linda que se pudiera ver en mucho tiempo, no se sentía ningún ruido mas que el roce de las ramas de los árboles, en las profundidades del bosque, debajo de la sombra de uno de estos arboles, echado, se encontraba un tranquilo lobo, que descansaba, pero que ahora se estaba estirando para salía a recorrer sus dominios, silencioso, acechando a quien se le pusiera por delante, ya nadie se atrevía a entrar en el bosque, por miedo que fuera devorado por este lobo, lleno de ira y rencor, abandonado a su suerte, su familia muerta, cada noche se daba una vuelta por la tumba de su manada, se dedicaba a contemplar por un segundo aquella vista desolada, cada noche era lo mismo, quejándose de su triste pasar, en una de estas noches, cuando todo se había quedado en silencio, ni siquiera soplaba viento, de la nada, una brisa empezó a soplar, se escuchaba el viento como rozaba el cuerpo del animal, miro encima del sepulcro, y justo la luna vislumbraba un ser que descendía del cielo, de una piel totalmente blanca, pero de vestimenta obscura, con unas alas de un negro brillante que hacían juego con la piel del ser, se poso justo encima de la tumba de la manada, se quedaron contemplando por unos minutos, ninguno de los emitía ningún susurro, el lobo al Ver, esta maravilla que había bajado, no le daban ganas de rugir, se preguntaba, ¿quién será, el que lo acaba de ir a visitar, pero antes que sus pregunta resurgiera, este ser empezó a hablar, no quiero que me temas, solo te vi tan abandonado, que me pareció prudente venir a visitarte, el lobo atónito, solo atino a decir, pero, ¿por qué crees que necesito compañía?, Este ser lo queda mirando, después de unos segundos le dice: te he observado de hace tiempo, llore con la muerte de tu manada y me da un poco pena, con la soledad que te ronda, a si que decidí venir a conocerte, pero había una pregunta que debía hacer, entonces el lobo, tomando aire, le pregunto: ¿quién eres tu, de donde vienes, como es eso que me has estado observando?, demasiadas preguntas, que este ser, solo atino a sonreírle, a todo esto era bien joven, le contesto enseguida, soy un ángel, que recorro, el mundo visitando seres como tu, en un minuto estuve en tu lugar, abandonado por los míos, sin fuerza, desterrado de mi mundo, por ser como soy, distinto a los demás ángeles blancos, pero no menos puro, eso no lo pudieron entender, es que mi pena la convertí en mi mayor aliado, una fuerza para brindarle comprensión a otros seres dignos de admirar, el lobo lo interrumpió de repente, yo no necesito que me alivien, quiero estar tranquilo en mi dolor, recordar mi pasado feliz, que nadie me moleste, la soledad es buena compañía y tus problemas no son los míos, siempre he vivido así, aunque aparente lo contrario, aquí mando yo, soy mi propia familia, el ángel escuchaba cada palabra que el lobo le decía, notaba un tono de mucha ira, un rencor contenido, rabia con el mundo por no comprenderlo y dejarlo solo, en un tono suave, el ángel le decía, cálmate, no es bueno irse contra todos, el mundo esta allí para vivirlo, disfrutarlo, yo encontré mi habilidad y la uso para seguir viviendo, es una manera de encontrar porque hacerlo, no te escondas, el lobo ya estaba que le rugía, pero no le salía nada, la voz del ángel era cálida, que era imposible no ponerle atención, con cada palabra que le decía, solo atinaba mirarlo atentamente y se empezó a dar cuenta, que el brillo no provenía del exterior, si no, de su interior, se veía puro y cristalino, no como los seres que estaba acostumbrado a tratar, detente un poco angelito, todas las noches recorro este bosque, buscando alguna solución, esta bien, no me gusta la soledad, pero es lo que me toco vivir, ahora yo te escucho, como nunca lo hice con nadie, es raro esto, pero que te atino a venir a este bosque y decir todo lo que me has dicho, el ángel lo queda mirando, juntando la palmas de las manos, mirando hacia abajo donde se encontraba el lobo echado, ¿mas encima lo preguntas?, ¿no sabes a caso, lo maravilloso que eres’, ¿yo, maravilloso?, mira, lobito, te llevo hablando bastante rato y no me has rugido, pudimos conversar dignamente, lo que yo creo, es que cada uno tiene un ser distinto en figura, pero igual en esencia, yo te miraba en lo alto y me veía a mi cuando pasaba por cosas similares, solo vine a ver si podíamos ser amigos, tu necesitas compañía y yo a alguien con quien charlar y contarle cosas de la vida, el lobo reía entre diente, pero si tu eres mucho mas joven que yo, el ángel también sonrío, hay cosas que uno vive antes que el otro, dependiendo de la vida que le toco vivir, yo te pregunto: ¿qué le enseñaría un pobre a un rico?, a veces el rico queda pobre, entonces el pobre le podría enseñar al rico a ser pobre, ahora ya reían los dos, tienes razón, le decía el lobo, creo que me gustaría saber como es tu vida, como la vives, como superaste todo lo que yo estoy viviendo, el ángel también le decía que le gustaría hacerle compañía y juntos poder crear un mundo de equilibrio, donde la bestia sin control y la sabiduría del ser celestial se juntaran, para poder estar en paz, después de unos minutos de tanta charla, donde cada uno exponía sus pensamiento, se dieron cuenta que jamas se separarían, al lobo le dio mucha tranquilidad que alguien le hablara de una forma tan cálida, era un gran orgullo conocer a un ser tan especia, de una esencia pura, que solo había bondad, al ángel le daba placer poder calmar a una bestia tan maravillosa, que era como si fueran almas gemelas, se llevaban tan bien, que juntos emprendería una búsqueda que los llevaría a llenar ese vacío que ambos tenían, de esta manera, cada noche el ángel se posaba en la tumba, para poder aliviar la pena del lobo, el cual se sentía demasiado tranquilo, que ya no se preocupaba de quien entraba al bosque, así el bosque empezó a recuperar la alegría perdida, formando una comunidad maravillosa, donde todos vivían en armonía, tenían los mismos intereses, todo gracias a que ambos encontraron un equilibrio para poder hacer cosas maravillosas y enseñarlas a la comunidad, que dos seres muy distintos, pero iguales a la vez, se pueden llevar bien, que maravilloso poder contar con un ángel así, cada uno tiene el suyo, solo hay que saber buscar o tener la paciencia para encontrarlo, al lobo solo le paso y es feliz con un amigo digno de admirar.

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